Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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ECRO y Crisis, por Paloma González Díaz-Carralero y Alicia Monserrat Femenia


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ECRO Y CRISIS [1]

Paloma González Díaz-Carralero y

Alicia Monserrat Femenia [2]

Nos interesa conocer cómo la crisis socioeconómica que atraviesa España y que llega más allá de nuestras fronteras, afecta a los grupos de formación que venimos realizando desde 2010 hasta la actualidad, y a nuestro ECRO.

Si bien es cierto que los movimientos sociales, como el 15M, han puesto en valor lo grupal, lo asambleario, lo comunitario, y parece que vuelve a haber un interés por los grupos, observamos lo costoso que resulta formar parte de un grupo de formación y sostenerlo en el tiempo.

Demasiada crisis, prevalece lo efímero sobre la constancia, lo puntual sobre el proceso. Pareciera que cada día hay que apagar un fuego y no se está en disposición de "comprometerse con".

Parece más fácil acudir a una Jornada o a un Congreso, que sostener un espacio continuado en el tiempo que permita vincularse y desde ahí pensar, sentir, reflexionar, aprender, ayudarnos entre todos en esta difícil tarea que es la artesanía de la cura y de la educación.

Precisamente, estos dos ámbitos, la Sanidad y la Educación, se han visto muy afectados por los recortes del Gobierno. Ha aumentado la precariedad laboral, el malestar de los profesionales, las listas de espera, la saturación de los servicios, etc. y todo esto, sin duda, no puede ser bueno ni para nuestros enfermos ni para nuestros niños.

Y a nosotros, ¿cómo nos afecta en nuestro ECRO y qué podemos hacer? Resistir es lo primero y seguir sosteniendo estos espacios de subjetivación, a la par que de formación, lo segundo.

En estos años hemos sentido la necesidad de fortalecernos para poder seguir adelante, hemos modificado el encuadre y, en vez de una frecuencia mensual, hemos ofertado una frecuencia quincenal, para, como decían los alumnos en los grupos, sentirnos más cerca, más comprometidos. Hemos becado a algunas personas, para poder completar los grupos y trabajar en mejores condiciones. Nos han ayudado compañeros de nuestra asociación, APOP, que han colaborado de distintas formas, como profesores invitados, como observadores silenciosos o como asistentes a la coordinación.

El siguiente paso es que, este curso 2016-17, la oferta de formación se hace desde APOP, la institución que nos sostiene a todo el grupo.

Y ahora lo traemos aquí, a este grupo de grupos, para seguir pensando con vosotros cómo afecta y cómo nos afecta la CRISIS.

Traemos algunos emergentes de estos seis años consecutivos, en los que el grupo se ha desarrollado y sus miembros han ido variando, pero ha permanecido siempre un núcleo de un año a otro.

2010-11

¿Dónde está el juego de los niños? Siempre acompañados por adultos, todo muy reglado, no están solos...

Yo ahora me estoy enterando de los grupos, cuando llevo años trabajando en los equipos.

Ojalá se pudiese trabajar con las familias como si fuesen un grupo operativo.

¿Cuál es la tarea de una familia?

Familias incompletas, sostener las pérdidas.

Se pierden los amigos.

Se pierden referencias conocidas al salir a la calle.

Nosotros tenemos una red virtual, me parece tan real como el grupo.

¿Dónde nos comunicaríamos mejor?, ¿dónde estamos más seguros?

Esta semana tan intensa emocionalmente, el 15M, las elecciones.

Este movimiento empezó por Internet, como herramienta es maravillosa.

¿Os habéis acercado a Sol?

Acercarse, implicarse... yo querría continuar este grupo pero con más implicación, con más sesiones...

2011-12

Los despedidos, los ERES... momentos de mucho duelo en el trabajo.

Duelo masivo en la Educación por los más de 3000 interinos no contratados.

En la Clínica cambio de modelo, lo están fragmentando.

¿Por qué no llega a la gente lo que está pasando?

La tarea del grupo podría ser la resiliencia.

Yo estoy necesitado de grupo.

Las instituciones, ¿se puede vivir sin ellas?

Muy infantilizados, necesitamos ser empleados, echar la culpa a papá y mamá... pero no hay conciencia de grupo.

Uno no asume que es parte del grupo y que puede cambiar la institución.

¿Cómo encontrar la manera de colar la creatividad?

La depresión que hay en los equipos casa mal con la creatividad.

Esto (el grupo) es lo real y aquello (lo de fuera) la realidad.

Mayor fragilidad de los niños que llegan a la consulta, más pequeños y más graves... los padres también más frágiles.

Me despistaba muchísimo una vez al mes, pero luego me agobió comprometerme cada dos semanas... y, finalmente, lo he vivido como algo muy bueno...

2012-13

Para que el grupo perdure requiere ser institucionalizado.

El grupo te ayuda a compartir aunque no te pueda dar las soluciones.

Disculpas por la publicidad de mi camiseta, pero en la Sanidad Pública estamos en huelga.

Repartir las ansiedades.

Sensación de no poder agarrarse uno a nada de lo social.

El proyecto se paró porque se acabó el presupuesto, ahora quieren arrancarlo de nuevo.

El atentado de Atocha (el grupo coincide con el 9º aniversario)

Catástrofe a mi alrededor, la gente termina la especialidad y se va al paro; la gente se está marchando fuera.

El horror de la neurocirugía de los trastornos emocionales (a raíz de la cirugía de un miembro del grupo).

2013-14

Tenemos la excusa de la crisis.

Confusa, como nunca estamos el grupo entero…

¿Todo grupo es posible?

He podido confundirme, para mí eso es un avance.

Si te centras en la tarea, no importa tanto que falte el uno o el otro.

Formar, formarse, el antídoto es la educación: aprender, estudiar, saber...

La red que sostiene; ahora que falla la red, le toca a las familias.

Cada día somos un grupo diferente, estamos un poco alocadas; claro, como no hay hombres...

Me ayuda el seguir funcionando.

¿Habéis visto la peli?

La comentamos el año que viene.

2014-15

La adaptación a la realidad no es someterse, la factura que pagas luego es la enfermedad.

Necesito muchos espacios, desahogarme.

Llevo aquí un año y ahora empiezo a pensar que estoy en el grupo.

La pastilla se ha convertido en una comida más del día.

La crianza es una artesanía.

Nuestra profesión es radiactiva.

Nosotros le llamamos "pasillismo" a intentar cambiar la institución en los pasillos.

Tenemos una profesión muy dura (un piloto ha estrellado un avión lleno de pasajeros).

¿Y qué pasa con la profesión de ser humano?

2015-16

Me siento perdida; si eres la nada no puedes hablar.

Me cuesta articular el pensamiento aquí, luego salgo y fluye.

Ahora lo entiendo por esos dos años pasados, a toro pasado se entiende mejor.

Cambiar de silla, de lugar, de perspectiva ¿cambia la manera de pensar?

No sé qué es peor, si hablar o cambiarte de sitio.

Yo estoy absorbida por las elecciones, me queda poco espacio para lo demás.

Ilusionada.

Excitada.

No quiero decepcionarme otra vez, perfil bajo.

Escapismo el otro día con las elecciones ¿qué es pertinente traer?

Qué frágiles somos ¿no? (a partir de la ausencia de un miembro del grupo por una caída), toda la Navidad conteniéndote y luego vas y te caes.

Me callo para no caerme del grupo.

A veces hay que caerse para poder ponerse de pie.

Cuando se me empiezan a caer las cosas, me paro en seco, a ver qué me está pasando.

Se puede venir sin leer los textos ¿tú tampoco te los lees?

Era muy denso, empezaba a leer bien pero luego...

Qué difícil es trabajar en un equipo.

Entre todos la hemos tirado por las escaleras.

Márgenes que tenemos para operar, límites.

Muchos años de terapia.

Es una carrera de fondo.

Si sigo los criterios, no ayudo a la gente, y si ayudo a la gente, me meto en unos líos.

Tengo sensación de ofrecer poco.

Somos el aparato cronificador.

Es una red de arrastre (en vez de red asistencial).

He tomado conciencia de lo delicado que es un grupo.

Notas sobre los emergentes en relación a nuestro ECRO:

Hemos focalizado nuestra atención en la comprensión del mundo interno de las personas que acuden a los Grupos de formación, y esto nos obliga a ver, como si estuviera fuera de enfoque, el mundo externo en el que se mueven.

No podemos olvidar que ese mundo interno es, en parte, consecuencia de la dependencia a la que se ve abocado el ser humano desde el primer momento de su existencia. Un mundo interno al que le precede un marco social, que ya le viene dado y en el que tendrá que desenvolverse.

La crisis aparece caracterizada por diferentes modos de relación entre los sujetos que integran los diversos grupos. Y así, predomina la solidaridad, como forma relacional para acercarse a esta formación, pero emerge en los discursos manifiestos de los grupos la competitividad, en detrimento de la anterior solidaridad. Pensamos que los efectos que una y otra tienen sobre la convivencia parecen bien diferentes:

La solidaridad la entendemos como la reciprocidad de los intercambios, la percepción global entre los miembros de la comunidad y la competencia referida al logro de prestigio en el ámbito de la actividad social.

La competitividad es la competencia referida a la actividad con fines económicos, concentración de los medios económicos, con una mayor tendencia al conformismo y, por lo tanto, existe una aminoración de las funciones discriminativas, con lo que ello supone para la formación de un juicio propio con el que manejarse ante el mundo, y una adaptación basada en los requerimientos que el medio hace a los sujetos, determinando ideales y valores, que marcan desde fuera del individuo los espacios de integración y segregación.

Parece ser que, en la actualidad, la tendencia fuera hacia una mayor preponderancia de las agrupaciones por vínculos de competencia, en detrimento de las de vínculo solidario. Los emergentes ponen de manifiesto que determinados factores favorecen o estimulan estructuras psíquicas que, desde la perspectiva de nuestro ECRO, se corresponderían con lo que denominamos narcisismo, regresión y fantasía de omnipotencia.

Algunos de los emergentes que hemos encontrado, en nuestra opinión, van en esta dirección.

Aquí nos manejamos en el ámbito de los grupos e instituciones y el objetivo que nos proponemos no es otro que facilitar un espacio de pensamiento (tarea grupal), sobre aquellos aspectos que determinan el funcionamiento de unos y otras, y los efectos que se derivan para las personas. Por ello, nos preguntamos sobre las consecuencias que podríamos extraer, para nuestra práctica, del conocimiento de emergentes como los que aquí se han comentado.

Nos cuestionamos si se debe asumir que el conocimiento en determinadas circunstancias sociales no adquiere más que una dimensión informativa, sin más. Y además nos planteamos cómo entender el papel del profesional de la salud mental y, más en concreto, el de aquellos que se mueven en el ámbito de los grupos e instituciones.

Así también, en el abordaje del conflicto entre la perpetuación y la transformación activa a la realidad, es necesario saber con qué dispositivos técnicos contamos para enfrentar estas realidades. Las aportaciones que se hacen desde la teoría del vínculo de la escuela de Pichon-Rivière o de la de Bleger pueden ser de utilidad para afrontar estos nuevos retos del ECRO y la llamada CRISIS que acontece en nuestra realidad social-contextual de España- Madrid.

No pasamos por alto circunscribirlo a los aspectos, que tienen un peso preponderante en las realidades subjetivas. Y lo centramos referido a la cuestión del narcisismo versus relación de la alteridad. Tal y como lo entendemos, el narcisismo es una consecuencia obligada, por decirlo de alguna forma, de una condición inherente a la especie humana, por el hecho de enfrentarse al mundo desde una posición de desvalimiento. Pero no es menos cierto, que esa misma situación de desvalimiento es la que va a dar pie a otro aspecto que le caracteriza: la necesidad de relacionarse con sus semejantes.

Freud contempla esta condición de la relación con el semejante, desde muy al principio de sus escritos. En 1895, en el Proyecto bajo la denominación del “auxilio ajeno”, describe esta circunstancia. Es ese auxilio el que permite llevar a cabo la “acción específica” que dará lugar a la “vivencia de satisfacción”. Las teorizaciones que de este fenómeno se van a desprender van a ser ejes centrales que recorrerán sus escritos y los de muchos autores posteriores. Conceptos como identificación, libido de objeto, regresión, pulsión de vida, por citar sólo algunos, guardan estrecha relación con las consecuencias que se derivan de esa posición de desvalimiento. Pichón lo confirma en sus escritos y lo recontextúa en la perspectiva social.

Sabemos, por la praxis grupal, que las adquisiciones que permiten al sujeto integrar en su vida psíquica la relación con otro diferenciado, conllevan el coste de una cierta renuncia narcisista; es un camino que entraña tensiones y angustia, que revierten sobre el medio. Corresponde a este entorno, primeramente a través de las figuras parentales y posteriormente a través de sus subrogados, contener y metaforizar esa angustia, para que ayude al sujeto a incorporar nuevas funciones, que en último término le abrirán el camino hacia la simbolización (Proyecto grupal y creatividad) y, por ende, a encontrar su lugar entre los demás.

A lo largo del trabajo, se dejaba notar la amenaza de la regresión narcisista, espoleada por determinadas formas de entender la convivencia, que recortan el espacio de la experiencia personal. También encontramos que cae una responsabilidad en el sujeto que está expuesto a una angustia difusa. Consideramos que esto lo podemos entender como la consecuencia de esa de-subjetivación de pertenencia a un entorno protector, a la que nos referíamos en el clima de las relaciones que conducen a las identificaciones grupales.

Pareciera que, puesto que se trata de un objeto más desubjetivado, se convierte también en un objeto más desafectivizado. Recordamos que, en su trabajo sobre el narcisismo, Freud hacía depender la autoestima (el “sentimiento de sí” según otra traducción) de tres factores: “el residuo del narcisismo infantil”, “la omnipotencia confirmada por la experiencia” (del cumplimiento del ideal) y “la satisfacción de la libido objetal”. Se ha hablado de aspectos de la cultura que potencian la regresión narcisista y la omnipotencia; en consecuencia, cabe pensar en elementos que contribuyan a potenciar el tercer pilar de la autoestima, contrarrestando los efectos tanáticos del narcisismo. Dialéctica incesante (espiral) de la tensión sujeto-grupo-social.

Tal cual Pichon lo define: “El método dialéctico, por el que se desarrolla la espiral del conocimiento, implica un tipo de análisis que, a partir de los hechos elementales, las relaciones cotidianas, desvela los principios opuestos, las tendencias contradictorias, fuentes configuradoras de la dinámica del proceso.”

Este método es el que permite la producción del conocimiento de las leyes que rigen la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, tres aspectos de lo real, comprometidos en lo que denominamos “hombre-en situación”.

Con el término “hombre-en-situación”, se pretende caracterizar un objeto de conocimiento, en una tarea que reintegre lo fragmentado por un pensamiento disociado que escotomiza las relaciones entre sujetos, naturaleza y sociedad.

Y constatamos que, en las crisis actuales, se redimensiona en los vínculos de competencia, aminorando las relaciones de solidaridad. En el proceso de investigación que hemos presentado, aparecen las ansiedades persecutorias, confusionales y dificultades con situaciones depresivas que acompañan los momentos en los cuales, debido a la llegada de nuevas informaciones o de otros pareceres emotivos, se desestructuran los esquemas de referencia originales. En ese estadio, estos se descomponen, invaden la atmósfera institucional y dejan de estar al servicio del proyecto común.

Para finalizar con estas pinceladas, nuestra intención es ofrecer aperturas para que la ignorancia no gane el espacio en la Concepción Operativa, ya que debe estar ocupado por la investigación, con el fin de continuar desarrollando las herramientas que posibiliten la adaptación activa a la realidad.

Resumen: Se presentan emergentes que se desarrollan en el transcurso de un periodo de seis años, con la propuesta de Formación ofertada desde APOP. El fin es indagar los ejes del ECRO en los grupos de formación, en relación a la crisis, experiencia contextuada en Madrid, España. Nos preguntamos si se debe asumir que el conocimiento, en determinadas circunstancias sociales, no adquiere más que una dimensión informativa, sin más. Y, además, cómo entender el papel del profesional de la salud mental y, más en concreto, el de aquellos que se mueven en el ámbito de los grupos e instituciones.

Palabras claves: Concepción Operativa. Formación y aprendizaje. ECRO. Crisis.

Bibliografía

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[1] Presentado en la Asamblea internacional sobre investigación en la Concepción Operativa de Grupo, Rimini, 20-22 de octubre de 2016.

[2] Paloma González es psiquiatra, Alicia Monserrat es psicóloga clínica. Madrid

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